viernes, 21 de marzo de 2014

¡No sé quién soy, porque soy diferente al resto!

En algún lejano país existía un bellísimo jardín con árboles frutales de todos los tipos y arbustos, poblado de flores, donde por entre las altas copas de los manzanos, perales y naranjos, asomaban rayos de sol que relucían entre los pétalos de rosas, claveles y margaritas.

Era, como se puede suponer, un jardín que desbordaba alegría. Todos los árboles y plantas del jardín relucían y se exhibían contentas de su naturaleza..., excepto un árbol, profundamente triste, que no sabía quién era. El naranjo le decía:
-Lo que te falta es concentración. Debes intentar firmemente producir naranjas tan exquisitas como estas mías.

-No le hagas caso -le conminaba el rosal-: es mucho más sencillo hacer crecer rosas, ¡y podrás disfrutar de su belleza!

El pobre arbolito intentaba todo cuanto le sugerían, pero lo único que conseguía era frustrarse al no lograr ser como los demás.

Cierto día se posó sobre sus ramas la más sabia de las aves: el búho.
-¿Qué te sucede? -preguntó al ver su desesperación

-No soy capaz de ser como los demás -respondió abatido el aludido-. Intento lo que me dice el manzano, lo que las hortensias me proponen..., pero no hay modo de que encuentre mi naturaleza, de que salga de mí lo que realmente soy. ¡No sé quién soy!

-No te preocupes -replicó el búho-, tu problema es el mismo que el de muchísimos  seres sobre la Tierra... La solución es la siguiente: no dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo. Cónocete. Abre el corazón y el oído y sabrás quién debes ser, quién eres.

Y el árbol al fin comprendió. Abrió el corazón y los oídos, y escuchó dentro de sí una voz que le decía: "Tú jamás darás naranjas porque no eres un naranjo; no florecerás en primavera porque no eres un rosal; no darás manzanas como hace manzano porque no es esa tu naturaleza... Tú eres un roble, y tu misión es crecer grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, y belleza al paisaje".

1 comentario:

miguel dijo...

Sierto, no hay que ofenderse por lo que eres si no lo que thu naturaleza tiene que ser :D me alegro la noche grasias